Educapadres7

Este es un espacio abierto de ayuda para la educación. Deja tus dudas sobre la educación de tus hijos e intentaré guiarte en el proceso, pero antes de empezar te diré que si quieres que tu hijo/a cambie DEBES CAMBIAR TÚ.







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lunes, 20 de diciembre de 2010

LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES

¿Qué nos ha ocurrido que no somos capaces de ver las cosas importantes?
¿Por qué hemos olvidado lo que de verdad nos hace estar vivos?
¿Por qué buscamos sin parar todo fuera? ¿Por qué esperamos las respuestas de otros?
Hoy en día las familias se preocupan mucho por la educación de sus hijos, por su futuro, por si coge un trauma, por si no está a la altura en el cole, por si es “NORMAL”, porque no se caiga y se haga daño, por…  Pero se nos ha olvidado ocuparnos de educar, conocer, aceptar y mejorar SUS EMOCIONES. La manera en la que una persona gestiona sus emociones hace que tenga una vida y no otra. Como las sientes lo vives. Si sientes que alguien te odia y no percibes a los que te quieren, vivirás con odio.
A veces las emociones están ahí porque sí. No hay razón especial, pero nos esforzamos por ocultar nuestro miedo, nuestra envidia, nuestro parecido a nuestra familia… Todo esto se convierte en más emociones negativas. ¿Qué hay de malo en sentir envidia? Cuando uno siente envidia es porque le gusta lo que ve; pues CÓPIESE, pregunte abiertamente ¿Cómo haces para…?
Si los adultos no nos conocemos, ¿cómo vamos a conducir a nuestros hijos por un camino perfecto e ideal creado en nuestra mente? Quizás sólo sea ideal para nosotros.
Cuando un niño actúa mal, nos está diciendo: “CAMBIA”. Cuando un niño no se controla, nos dice: “ORGANÍZATE”. Cuando hace lo que quiere, se traduce como “TEN IDEAS CLARAS, PIENSA Y QUÍTATE EL MIEDO A DECIDIR”. Si su hijo en casa es un “problema” y un niño ejemplar en la escuela te dice claramente “¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?, ¿POR QUÉ NO ERES MAS SERIO EN LAS COSAS QUE QUIERES? POR FAVOR, PON ORDEN EN MI VIDA. DI MAL CUANDO ASÍ SEA Y BIEN SÓLO CUANDO ME LO MEREZCA O ME CONVERTIRÉ EN UN DESPOTA ¿QUIERES ESO PARA MI?
Nuestro miedo a educar, a que nuestros pequeños no nos quieran, nuestras dudas… generan problemas. Sus hijos no saben nada del mundo, necesitan que les enseñen TODO. Necesitan SIEMPRE que les expliquen lo que está mal y lo que está bien; y lo más importante es este siempre; hay que recordárselo todos los días. Si a un niño que golpea a un compañero no se le dice que está mal, el niño va poco a poco intuyendo que no es para tanto. No es tan importante el castigo como RECORDARLES SIEMPRE lo que está mal y bien.
Para educar las emociones hemos de comenzar por nosotros mismos. Si usted se está quejando de una actitud de su hijo, OBSÉRVESE CON CUIDADO, probablemente quien necesite corrección sea usted. Valórelo como algo positivo, después de todo los hijos vienen al mundo para educar a sus padres.
Si usted está dispuesto a mejorar en sus emociones como adulto y, como consecuencia, en las de sus hijos, le aconsejaría unas pautas para usted. Inténtelas, como menos le mejorarán personalmente.
1)      Acepte todas las emociones. No hay emociones buenas o malas. Todas pueden corregirse. Conozca sus emociones en referencia a cosas cercanas. ¿cómo se comporta con su familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo, sus hijos…?
2)      Preste atención a todas las cosas que le molestan de usted mismo y de otros. Las cosas que nos molestan de otros son las mismas cosas que nosotros hacemos y no queremos ver. Sea valiente y enfréntese a sus errores. Si usted es capaz de hacer este paso se dará cuenta de que las cosas que rechaza de otros son las mismas que usted hace.
3)      Abandone la lástima. Con lástima no se puede ayudar a nadie. Si va superándose en este camino y desea que sus hijos le acompañen, debe abandonar la lástima y  creerles capaces.

Una vez haya mejorado en sus emociones  ESTARÁ PREPARADO/A PARA TRABAJAR CON SU HIJO. Elabore una lista de las emociones que cree tiene su hijo. Piense al acabar si las emociones que están en el papel son suyas o son realmente de su hijo. Piense qué debe cambiar USTED para mejorar las emociones de sus hijos.
Cuando un niño se porta mal, normalmente nos está pidiendo atención. Quizás le estemos dando MUCHA atención, pero no la adecuada. Los niños siempre desean que les digamos que han hecho las cosas BIEN. Plantéense si a ustedes les gusta que les digan que algo que han hecho está mal; seguramente no. Cuando a un niño se le castiga reiteradamente (casi por todo), porque su comportamiento nunca se ajusta al patrón que tenemos, o porque es un niño tan inquieto que provoca que perdamos los nervios y le castiguemos y riñamos cuando no era el momento, este niño suele estar desequilibrado emocionalmente. Son niños difíciles, a los que los castigos les dan aparentemente igual, no distinguen el bien del mal y suelen provocar verdaderos problemas a sus padres, los cuales no pueden llevarlos a comprar, o no pueden ir a la peluquería o quizás monte en cólera cuando no obtienen lo que desean. Estos niños necesitan más que nadie un aprendizaje y una corrección a nivel emocional. Necesitan que sus padres se tomen en serio el evaluar sus actuaciones, su vocabulario, sus expectativas con respecto a ellos.
Para empezar a solucionar todo esto, necesitaremos la implicación del Padre y de la Madre, DE AMBOS. Necesitamos que ustedes CAMBIEN, deben equilibrarse para ofrecer a su hijo un patrón lo más estable posible. Por supuesto, deberíamos conocer todas las variables particulares, pero aquí van unas sugerencias que les pueden ayudar.
1)      Plantéense seriamente el lenguaje verbal y no verbal que usan con su hijo. A veces nuestras expresiones faciales son más explícitas que nuestras palabras. Si creen que su pequeño no logrará hacer algo, lo comunicarán con total seguridad, su hijo lo intuirá a la velocidad del rayo.
2)      Acepten a su hijo. Es posesivo, es nerviosa, es… un niño, una niña que no sabe resolver sus conflictos emocionales. No sabe actuar cuando tiene celos, no sabe explicarse cuando está nerviosa, quizás no sepa qué es estar nervioso. Por eso resuelve los conflictos pegando  al que le gana, gritando cuando le obligan a algo…
Dígale en ese momento a su hijo que no le gusta cómo está actuando, explíquele que usted estará esperándole cuando se calme y haga las cosas BIEN y déjele TIEMPO para tomar sus propias decisiones.
3)      Riña a su hijo cuando haga algo mal, sea lo más malo del mundo o algo muy pequeño. Sus hijos deben aprender lo que está mal porque alguien se lo explica. Si deja pasar las cosas que hacen mal llegará un momento en que usted no aguante más y no pueda soportarlo, con lo que puede ser que se encolerice y castigue a su hijo por algo no tan importante. Tiempo después puede ocurrir que su pequeño incurra en algo realmente peligroso y quizás esta vez usted por su sentimiento de culpa decida pasarlo. LOS NIÑOSS NO ENTIENDEN ESTOS DESEQUILIBRIOS y reaccionan con más desequilibrio. Pierda el miedo a corregir a su hijo. No lo compare con nadie, no se compare con nadie, siga sus propias intuiciones, sea valiente para HACER LO QUE SÓLO USTED PUEDE HACER.

Si usted reconoce patrones de conducta suyos en su hijo que le disgustan, CAMBIE.

Dolores Gil

lunes, 6 de diciembre de 2010

Poesías desde el Corazón (Página Inteligencia-emocional.org)

Dueño de mis emociones

Hoy seré dueño de mis emociones.
Si me siento deprimido, cantaré.
Si me siento triste, reiré.
Si me siento enfermo, redoblaré mi trabajo.
Si siento miedo, me lanzaré adelante.
Si me siento inferior, vestiré ropas nuevas.
Si me siento inseguro, levantaré la voz.
Si siento pobreza, pensaré en la riqueza futura.
Si me siento incompetente, recordaré éxitos del pasado.
Si me siento insignificante, recordaré mis metas.

Hoy seré dueño de mis emociones.

Si se apodera de mí la confianza excesiva, recordaré mis fracasos.
Si me siento inclinado a entregarme con exceso a la buena vida, recordaré hambres pasadas.
Si siento complacencia, recordaré a mis competidores.
Si disfruto de momentos de grandeza, recordaré momentos de vergüenza.
Si me siento todopoderoso, procuraré detener el viento.
Si alcanzo grandes riquezas, recordaré una boca hambrienta.
Si me siento orgulloso en exceso, recordaré un momento de debilidad.
Si pienso que mi habilidad no tiene igual, contemplaré las estrellas.

En definitiva, hoy seré dueño de mis emociones.

Og Mandino  

jueves, 2 de diciembre de 2010

DECIR NO MIL VECES

Cada vez más nos encontramos con padres y familias que tienen verdaderos problemas para relacionarse con sus hijos pequeños. Suelen ser relaciones marcadas por la culpabilidad de los padres ante la necesidad de sancionar a sus hijos menores por su actitud. Es habitual tener alguien cercano a quien su hijo/a le ha ganado la batalla. Comentarios del tipo: "Es que no sé qué hacer, no hace caso a nada" o "Le riñes y le da igual", son de lo mas normal. La realidad es que hemos olvidado que educar es DECIR NO UNA Y MIL VECES. Sí, se nos ha olvidado que los niños, al igual que los adultos, no hacemos caso a la primera, ni a la segunda, en ocasiones ni a la tercera. ¿Cómo podemos entonces esperar que nuestros hijos hagan algo para lo que nosotros no estamos preparados? Imposible. Obviando la falta de tiempo, la presión social y familiar y otros aspectos educativos, los niños/as necesitan que les digamos que NO, que lo hagamos serenos y tranquilos y, lo más importante, que NOS LO CREAMOS. Y esto es imprescindible. Si queremos resultados tenemos que ponernos de acuerdo (con lo dificilísimo que es eso), y carganos de la energía llamada SERENIDAD, y solamente después ponernos en marcha. Por supuesto, no decir NO,  no enseñar a nuestros hijos a separar el bien del mal, conlleva que sus emociones estén desequilibradas y eso provoca todo lo demás. Los pequeños necesitan de ORDEN y ese orden debemos MARCARLO nosotros. Decidir cómo deseamos que sea nuestra vida  familiar y luchar por conseguirla. Aquí muchos dirán: "Como si fuese fácil". NO, señores míos, EDUCAR NO es fácil, de eso se trata.

PASOS PARA EL BUEN CAMINO

1. Sancione verbalmente a su hijo/a cada vez que no se ajuste al criterio que usted desea. Desear una buena educación para nuestros hijos NO ES UN PECADO.
2. Respétese a usted y a su pareja, pónganse de acuerdo en las decisiones MÁS importantes (ir caminando a su lado por la calle, respetar su turno, no pegar, colaborar en casa...). Elaboren una lista de no más de tres cosas que crean  necesarias en sus hijos y láncense con todas sus GANAS a cumplirlas. Conforme vayan avanzando, incluyan nuevas cosas muy poco a poco. Perdónense por los resultados buenos y malos.
3. Antes de empezar dejen de buscar  a los CULPABLES de su situación. La educación es un proceso que dura TODA la vida y la EQUIVOCACIÓN es su madre.
4. Al finalizar el día, digánle al niño/a verbalmente lo que les gustó y lo que nos les gustó. Anímenles a mejorar al día siguiente, prémienles si REALMENTE lo han merecido (la lectura de un cuento para dormir es un magnífico premio, a la vez que la retirada del cuento puede ser un verdadero  castigo).

Esperamos resultados rápidos y reales, como cuando uno se hace una liposucción porque hacer deporte y llevar dieta es demasiado duro y lento. Pues bien, en Educación NO funciona. Sus hijos requieren SU tiempo y SUS PENSAMIENTOS. Organicen sus ideas y pierdan el MIEDO a educar con sus propios criterios, si no con el tiempo se arrepentirán de NO haber transmitido sus enseñanzas.

ATREVÁMONOS A SER DIFERENTES
ANIMÉMONOS A EDUCAR E INVERTIR NUESTROS PENSAMIENTOS, MERECE LA PENA.

Dolores Gil